Lo compacto del desconocimiento

Divido a la sociedad jóven en cuanto a la ruptura de las tradiciones en dos. Aquellos con fijación y aquellos sin definición parcial.

Lo que es realmente importante es que aquellos con la fijación en la ruptura no tienen una propuesta para suplantar las anteriores actividades sociales que intentan, insatisfactoriamente, derrocar. Por ejemplo los grupos anti cualquier asunto que involucra una política moral, como son las corridas de toros. Si bien es una actividad sanguinaria por definición, pues cada tercio involucra violentar al animal con el objetivo de sangrarlo, también es por definición una costumbre de núcleos mucho más privados que las concurrencias de los cortijos. Sin embargo, no veo una corriente de la misma fuerza en donde se encuentren involucrados los elementos de estos mismos grupos en pos de compensar la sensación de desequilibrio generada por el vacio de las buenas costumbres, como la música. Me refiero a que sin importar la causa que unos u otros grupos contemporáneos defienden como actividad secundaria, no tienen algo en primer término que defina una ruptura cultural en orden de apoyar la buena costumbre de la cultura, ya sea como grupo de oposición o disueltos en otras actividades.

Hay productores, pero hay una laguna cultural sin propuesta o contrapropuesta. Los actores culturales, sin importar a que nivel, funcionan como individuos.