Soñé que estaba en un estudio de grabación cuyo piso en su totalidad era un colchón (ya saben, para evitar el rebote del sonido, es mas bien como un juego mental de alusiones a mi muy específico conocimiento sobre estudios de ensayo) con un recubrimiento de tela roja y flores.
Donde Mick Jagger, en un perfecto castellano, me convencía para grabar con él una canción de La Bien Querida (pues según decía mi voz le sonó muy linda) en algo muy parecido a un micrófono RCA 77 DX (unos micrófonos cuadrados y viejos), mientras brincábamos en nuestra gran cama haciendo que todo en el estudio se moviera. Fue un sueño muy agradable. En alguna dimensión logré grabar esa canción con Mick Jagger.
Fui a la exposición de Martha Delgado, es reconfortante saber que en medio de tantas exigencias conceptuales en un país de bajos estándares productivos a ese nivel, mucho más evidente en lo colectivo que en lo individual (aunque definitivamente constante en ambos) , hay pintura emergente; figurativa y definitiva. Algunas de las piezas las reconocí de años atrás, y más que una exposición de presentación de la artista, me pareció una pequeña retrospectiva que muestra el avance hacia la madurez de una pintora joven.
